El bochorno de la educación

  Recuerdo cuando me criaba en mis años de elemental e intermedia. Cuan orgullosos nuestros maestros nos hablaban de aquellos ilustres puertorriqueños que viajaban a España y EEUU para continuar su educación. En aquel entonces solo unos pocos podían darse el lujo, sin embargo esos pocos lo hacían con Puerto Rico en mente. Siempre en busca del conocimiento para ponerlo en práctica al favor de su patria. Por mencionar algunos:

José De Diego, Eugenio María De Hostos, Luisa Capetillo Perone, Pedro Albizu Campos, Ramón Emeterio Betances,Luis Muñoz Rivera y Lola Rodríguez de Tió.

Algo me dice que la educación no es para todo el mundo. Obviamente para el que no le entra, no le gusta y el que no quiere. Pero qué sucede cuando te entra, te gusta y quieres pero al final haces mal uso de tan importante recurso ?

El siglo XX ha sido sin duda un siglo de transformación patrio. Nos colonizan por «segunda» vez. Intentan sin mucho éxito moldear nuestra idiosincrasia y cultura, pero el amor a la patria es más sublime que la mano dura del opresor. Finalmente el amo decide que la educación jugará un papel a la hora de sus planes con nosotros. De repente, todos tienen acceso a la educación. La mayoría con mucho  deseo de hacer buen uso de tan importante recurso. Hasta que comienza a circular entre los educados grandes sumas de dinero. Pienso yo, justo ahí comienza todo.

La educación es y será el mejor puente al conocimiento, pero no necesariamente el puente a la excelencia. Es difícil para mi poder determinar en que momento o las causas específicas del torcimiento de las personas «educadas». Que puede pasar por la mente de alguien que se sacrifica estudiando para luego dedicarse a enriquecerse ilícitamente. En dónde se perdió el orgullo y la pasión por lo estudiado y su propósito ? Porque sin temor a equivocarme han sido los «educados» los que nos han traído hasta aquí.
Que conste, no reniego de la educación, pero si de algo estoy seguro es que no todos se la merecen.