Dios

La razón por la que nadie a visto ni conocido deidad alguna es la consecuencia del nombre impuesto. Las palabras que utilizamos para describir un objeto no tiene ningún efecto en la naturaleza del objeto. Decir que Dios es omnisciente, omnipotente, benevolente y de habilidades super naturales, es solo el significado que le ha dado el hombre.

«Dios» es mi perro.
Mi perro existe.
De manera que, Dios existe.

Esto solo sirve para probar que el nombre de mi perro es Dios. Esto no le atribuye al perro cualidades que el hombre le ha asignado a deidades.

Imaginemos por un momento el revuelo que crearía ponerle como nombre a un hijo, Dios. Solo para que las personas que lo conocen finalmente puedan decir que han hablado con Dios y él les ha respondido.

Sería capaz alguna organización de oponerse a semejante nombre ? Estaría dispuesto el gobierno atender la denuncia ? Estaría en peligro de muerte al que llevara ese nombre ?

Yo me atrevo asegurar que todas las interrogantes son «si».
Y todo eso, por pura semántica.

3 respuestas a «Dios»

  1. ¿Bajo ese raciozinio, aceptarías que el opuesto es igualmente cierto? Osea ¿si ves a un hombre pelú, sin afeitar o maloliente y desaliñado? ¿Concluirías que no existe el barbero, la navaja o jabón?

    1. Nada que ver con lo publicado. En lo absoluto. Ya había escuchado tu argumento antes.De hecho, uno viejo y desesperado y con mucho ánimo de confundir.

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